Sí, la profesión de bibliotecario es la más antigua del mundo. O al menos tan antigua como esa otra en la que probablemente estáis pensando. ¿Por qué me atrevo a decir esto?

Es desde que hay ciudades, que hay profesiones. Antes, los hombres y las mujeres se dedicaban a diferentes actividades durante distintos momentos del día o del año, pero de una manera no profesional. Fue necesaria la vida en grupos humanos organizados, con tareas especializadas y distribuidas, para que surgieran “las profesiones”. Lo de llamar ciudades a estas primeras agrupaciones es una convención.

Y bien ¿qué fue lo primero que se hizo en estas ciudades? Sin duda, de lo primero que se hizo, pues por ello surgieron las ciudades, fue anotar en tablillas las transacciones económicas y administrativas. Parece que la escritura surgió en relación con esta necesidad ligada al comercio, y al gobierno y la administración. Pues bien, en cuanto que se escribió algo, surgió la conveniencia de guardarlo, de archivarlo.

Jeroglíficos

Es curioso que en el Antiguo Egipto existieran dos clases de instituciones relacionadas con esta profesión: las Casas de los Libros, que hacían las veces de archivos para la documentación administrativa y las Casas de la Vida, que eran centros de estudios para los escribas y que poseyeron colecciones de las que se podía hacer copias.

Aunque me gusta mucho eso de Casa de los Libros, aún me gusta más lo de Casa de la Vida. ¿No siguen siendo acaso las Bibliotecas unas Casas de la Vida, aún más en estos tiempos cuando ya han cambiado definitivamente su rol conservador y su imagen cerrada por su nuevo papel de instituciones abiertas a todo, abiertas a tod@s?

La mejor cualidad de nuestras Casas de la Vida es que los servicios son universales y gratuitos.

JMZ

[Fuentes: wikipedia]

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Posteado el: 11|2|08 a las 21:35. Archivado en: Uncategorized.
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