La fiesta-encuentro de los clubes de lectura en el diez aniversario
El pasado viernes 23 de junio tuvo lugar en nuestra biblioteca un acto muy especial. Por un lado celebrábamos los 10 años de la Biblioteca Central con un concierto del cantautor cordobés Alberto Guerrero y con la presentación del libro “Las bibliotecas imposibles” editado para esta ocasión a iniciativa de la propia biblioteca, y por otro el tradicional encuentro-velada de fin de temporada de los Clubes de Lectura.
Un miembro de estos clubes de lectura, y también alumno del taller de escritura que dirige Mario Cuenca (por otra parte, editor del libro presentado) nos ha mandado una “crónica” de aquel acto.
Le agradecemos el gesto y reproducimos aquí esta crónica con su consentimiento.
La fiesta-encuentro de los clubes de lectura en el diez aniversario
La noche era agradable en aquella estancia tan intima de la biblioteca. El acto había sido anunciado con suficiente antelación por correo electrónico, y las redes sociales. La ocasión merecía la pena como hito en la vida cotidiana de la misma. La efemérides de los diez años de funcionamiento bien llevados daba lugar a aquel festejo de naturaleza sustanciosa y práctica con los usuarios. El ambiente era genial, como otros años en la clausura de los club de lectura, que en esta ocasión coincidía con el aniversario, se congregaban los participantes en buena lid invitados; al caer la tarde de las puertas del verano. Una observancia para bien de la comunidad lectora que hacía uso de las instalaciones durante el curso, en la estima de cuantas actividades organiza el edificio público. Pasadas las ocho y media la gente seguía llegando al holl de la entrada, con las buenas prácticas de un acto con las letras en un sitio típico. A un tiempo se abrió la puerta de cristales que da acceso al genuino recinto donde todo es poesía: el patio. La vida allí es quieta y reposada, en la estabulación serena del atardecer. El último reflejo del sol daba en las azoteas, como una invitación del crepúsculo. La ciudad respiraba el transito normalizado ya del estío, que había entrado dos días antes, y calentaba sobremanera la flama sobre el aire, anunciando el mes agosto. El tráfico era denso, mientras el ocaso declinaba con la claridad acostumbrada. La multitud se daba cita junto al mostrador para adentrarse en las sillas en hilera que había colocadas. Saludé a Doña Matilde Cabello escritora prodigiosa y maestra de maestras de los talleres literarios, y cuantos amigos encontré.
Don Rafael Ruiz director del centro abrió el acto con unas palabras de bienvenida e introdujo al canta-autor cordobés Alberto Guerrero que nos deleitó con sus canciones a la guitarra, en un estilo de Juan Manuel Serrat y Labordeta. Que comunicó con acierto y mucho interés por parte de los presentes, bajo los almeces que coronan el escenario; bellamente entonadas, con un mensaje de verdades que transmiten sus letras. A continuación tomó la palabra Don David Luque, delegado de cultura y segundo teniente de alcalde del ayuntamiento de Córdoba. Un hombre culto e instruido que valora y aprecia todos los valores de la institución. Así en su discurso resaltó la labor de los club de lectura en su amplia configuración y diversidad. La lectura es lo que cambia el mundo,”los políticos no lo van a cambiar” apostilló, es el ejercicio callado de la formación y la instrucción lo que de verdad capacita a una sociedad para su transformación. Alabando el amplio abanico que forman los diferentes clubes en su temática. Brillo en su conferencia el énfasis didáctico de que hace gala, pormenorizando conceptos y explicando ilustraciones que le hacen ser un político cercano, interesado en apoyar iniciativas como esta en cuestión y formalizar una conciencia favorable al desarrollo cultural.
El plato fuerte supuso la presentación del libro Las bibliotecas Imposibles, una obra que corrió a cargo de Don Mario Cuenca Sandoval, como coordinador, editada por Cuadernos del Vigía. Forman la colección de cuentos un total de once autores, a saber: José María Merino, Clara Obligado, Lola López Mondéjar, Juan Francisco Ferré, Carmen Velasco, Alberto Chimal. Pablo de Santis, Roberto Valencia, Mercedes Cebrián, Juan Jacinto Muñoz-Rengel y Juan Gómez Bárcena. Tienen en común sus descripciones el concebir una biblioteca fantástica, imaginada, en la más lejana de las concepciones reales paras hacer de ellas una utopía, una narración trepidante ante lo imposible e irreal. Es como una escalera hacia el infinito, donde partiendo de una idea preconcebida plasman sobre el papel una redacción ambientada en lo figurativo. Un escenario en el rigor de la ficción de una historia inventada para alimentar la fascinación por el mundo bibliotecario. Al ritmo de la narración prosaica y la concienzuda razón de la literatura para descender a una entelequia, elección de una metáfora o un símil, que da juego para una interpretación que fantasea con el proceso creativo y una recreación podríamos denominar virtual. Todo terminó con una tertulia amistosa en las mesas en las que el organismo municipal nos hizo participes de gustosos manjares y bebida , con los que departimos en una grata velada.
Jose Francisco Garcia Iglesias
julio 28th, 2017 a las 11:07
Muy buena actividad. ojalá esta ciudad tenga más!!!