Nuestra biblioteca acaba de cumplir sus primeros 100 años
Los recortes publicados en los periódicos locales El Defensor de Córdoba y Diario Córdoba informaron de la “APERTURA DE LA BIBLIOTECA POPULAR” en las casas Consistoriales el 24 de marzo de 1919.
Esta “Biblioteca popular”, es decir, esta primera “biblioteca pública” de Córdoba, funcionó como anexa al Archivo Municipal (aunque con muy diferentes funciones) hasta la separación de ambas unidades en el año 1993. A su frente estaría durante sus primeros años el archivero y bibliotecario municipal don José María Rey Díaz, ayudado de los empleados don José Fernández Márquez y don Juan Romero Moreno.
Transcripción de los textos:
APERTURA DE LA BIBLIOTECA POPULAR
[El Defensor de Córdoba 24-marzo-1919]
A las cinco de la tarde de hoy se ha verificado la apertura de la Biblioteca popular creada por el excelentísimo Ayuntamiento en los últimos meses del pasado año, para fomentar el desarrollo de la cultura cordobesa.
En un amplio salón anejo al Archivo Municipal y construido expresamente con las mayores condiciones posibles de comodidad y confort, se ha instalado este nuevo organismo en donde se encuentran a disposición de las personas que estudian más de mil quinientos libros, cifra que aún ha de ser recrecida con nuevas remesas pendientes de ser servidas por los libreros.
El ambiente agradable y hospitalario de aquel lugar, la suma que representan aquellos libros y la organización bajo la que funciona el nuevo establecimiento de cultura práctica, son datos para asegurar que el pueblo de Córdoba ha de corresponder al esfuerzo de su Ayuntamiento, acudiendo allí en demanda del pan de ideas.
No conocemos el catálogo de las obras de que el público ha de disponer pero, esperamos confiadamente se habrá evitado cuidadosamente la traída de libros que pugnen con la Religión y con su doctrina y puedan caer en manos del primer inocente o incauto que atraído por un pomposo título, los demande, porque si así ocurriere, lejos de producir la lectura el alimento de los espíritus, produciría la ponzoña y el envenenamiento de las creencias cristianas por fortuna muy arraigadas y fértiles en Córdoba.
Pasando nuestra vista por las vitrinas donde se guardan los libros, hemos visto con agrado entre los millares de volúmenes que allí se guardan, las colecciones de Biblioteca Patria para los que busquen recreación, las de Ciencia y Acción para quienes se interesen por los problemas sociales.
Mañana procuraremos ocuparnos más extensamente de este nuevo organismo, ya que hoy por apremios de tiempo solo podemos dar cuenta del acto.
[Diario de Córdoba 25-marzo-1919]
A las cinco de la tarde de ayer se verificó en el Excmo. Ayuntamiento la apertura de la primera Biblioteca popular que con fines culturales altamente plausibles ha establecido la Corporación municipal en un salón edificado al efecto contiguo a su Archivo.
El alcalde señor Sanz Noguer, que con verdadero entusiasmo ha trabajado, juntamente con la Comisión de Cuestiones sociales, para que no falte detalle en el nuevo organismo, acudió ayer tarde a su inauguración, pronunciando ante los primeros lectores que habían asistido a la Biblioteca breves y sencillas frases para expresar que el Ayuntamiento no omite sacrificio económico en todo lo que sea empresa de cultura y que sólo se espera que el pueblo de Córdoba sepa corresponder a ellos.
Los concejales señores Vaquero y Barrios Rejano también presidieron el acto inaugural, mostrándose muy satisfechos de la acogida que ha tenido por parte del público, pues en las dos primeras horas de estar abierta se suscribieron cerca de boletines de petición. También acudieron numerosos lectores a la Hemeroteca.
Al frente del nuevo establecimiento cultural está el archivero y bibliotecario municipal don José María Rey Díaz, ayudado de los empleados del Ayuntamiento señores don José Fernández Márquez y don Juan Romero Moreno.
Se calcula en mil quinientos el número de volúmenes de que hoy dispone la Biblioteca popular, todos ellos lujosamente presentados en seis estantes.
Hay dos mesas de lectura y una para periódicos, excelente alumbrado y calefacción. Todo ello y sobre todo el deseo y la necesidad que Córdoba tiene de una Biblioteca que funcione a horas compatibles con las de trabajo habitual, augura que ha sido un acierto la idea de la Comisión de Cuestiones sociales recogida y ejecutada por el Excmo. Ayuntamiento.
Muy de veras felicitamos a los organizadores por sus trabajos, que tanto provecho han de traer a la cultura cordobesa.