Breve selección de novela histórica
La novela histórica es un subgénero literario que surge a finales del siglo XVIII en un momento de crisis en el continente europeo. Filosóficamente se justifica por la autoridad le otorga el romanticismo hegeliano. En ella se relata una acción ya pasada, un producto histórico, que además tiene su propia impronta. Se da en ella una mágica unión entre la ficción y la realidad, ente la fantasía y la historia. No siempre ha sido bien vista ,ni por historiadores ni por críticos literarios, pues ven en ella un lazo imposible de unir . Fundamentalmente, el escritor pretende evocar y hacer comprensible al lector un periodo histórico que cree interesante y digno de recrear.
Desde la Biblioteca Central de la Red Municipal de Bibliotecas damos una relación de una serie de buenas novelas histórica y esperamos que sirvan de ayuda aquellos usuarios tienen dudas sobre qué libro leer en estas vacaciones:
Dickens, Charles Historia de dos ciudades
Dumas, Alexandre, (1802-1870) El conde de Montecriso
Eco, Humberto El nombre de la rosa
Flaubert, Gustave Salambó
Graves, Robert Yo, Claudio
Hugo, Víctor Nôtre–Dame de París
Irving, Washington Cuentos de la Alhambra
Mújica Láinez, Manuel Bomarzo
Pérez Galdós, Benito Los Episodios Nacionales
Schiller, Maria Cuentos góticos
Tolstoi, León Guerra y paz
Waltari, Mika Sinuhé, el egipcio
Yourcenar, Marguerite Memorias de Adriano
Y para los que se inician en este género, algunos bestseller como:
Auel, Jean M. El clan del oso cavernario
Follet, Ken Los pilares de la Tierra
Pérez Reverte, Arturo La serie de Las aventuras del Capitán Alatriste
Asensi, Matilde El último Catón
Falcones, Ildefonso La Catedral del mar
Irisarri, Ángeles de; Lasala, Magdalena Moras y Cristianas.
Y muchos más que os animamos desde aquí a recomendar
diciembre 23rd, 2010 a las 16:46
Con todos los respetos, y más ahora en Navidad, me quedo con
Salambó, aunque solo sea por el óleo de Gaston Bussière; viendolo se aprecia el fundamental motivo de esa guerra 3 siglos a. de C, además de por la pasta y otras vagatelas.
Y de nuevo estamos con el tal G Flaubert y nuestra querida Bovary, esta más astuta y más golfilla, aquella más bravía