Categorías

Entradas anteriores

Etiquetas

Psicología de la lectura

Debe existir, no lo sé si se imparte actualmente, en los estudios universitarios de Biblioteconomía y Documentación una asignatura que tenga este título: Psicología de la lectura, sobre todo para aquellas personas que vayan a trabajar en Bibliotecas Públicas y Escolares.

Un hecho que no es relevante, en cambio,  para los bibliotecarios que ejerzan  en Bibliotecas Universitarias, Nacionales y Especializadas, porque sus usuarios tienen un perfil en que tal o cual información ni interfiere en su psique. Pero sí es importante en los dos primeros tipos de bibliotecas, ya mencionados. El bibliotecario debe tener presente  que tiene que dar siempre un buen consejo al usuario, sobre todo a niños y jóvenes.   

Que un libro puede hacer mucho bien a una persona es cierto, pues no todos los libros pueden ser leídos a cualquier edad o circunstancia. Esto es evidente, no se le puede dar a un niño, que empieza a estudiar  el abecedario, la Historia de España de Menéndez Pidal, porque no entenderá esa obra y, por aborrecimiento, no aprenderá las 28 letras de nuestro abecedario. Además tendrá un temor imborrable, de por vida a los libros, a la historia, a la cultura, a Menéndez  Pidal y a todas las bibliotecas. Ni tampoco se ofrecerá a un adolescente El Proceso de Kafka porque se le acentuará la idea de incomprensión e aislamiento que caracteriza a la pubertad.

La lectura debe ser una afición que se debe inculcar a la más temprana edad, con obras que sean acordes a la edad biológica y mental. Al niño, poco a poco, se le ira abriendo la gama de lecturas, primero será el libro oral, aquellos que los padres le lean, luego el mismo irá descubriendo el encanto mágico de las letras,  conforme vaya adquiriendo el dominio de la lengua, para  que, paulatinamente,  se le  habrá el universo de conocimiento e información.

Pasará de los cuentos a las aventuras, después las narraciones serán cada vez más complejas. Los profesores del colegio le iniciarán en la lectura de los clásicos, los amigos y compañeros de clase le comentarán las lecturas, y él irá decantándose por un tipo u otro de lectura, de colecciones, de géneros o de autores.

Y el bibliotecario puede ser un buen guía maestro para que adquiera el hábito de lectura, sólo necesita saber bastante de literatura infantil y juvenil, conocer bien el fondo de la biblioteca  y tener siempre presente que ese usuario no es todavía un adulto.

Porque como dijo el filósofo: lo más sagrado que tenemos es la infancia, a la que hay que mimar, cuidar y proteger.

MD L-M

 

3 Respuestas para Psicología de la lectura

  1. AJ

    Es bueno saber que hay gente que se preocupa por escibir de estas cosas; tiene toda la razón, pero voy a ir más allá y es que si importante es la figura del bibliotecario mas aún es la de los padres pues ellos son los que conocen mejor que nadie a sus hijos; un bibliotecario es capaz de generalizar sobre los gustos lectores de sus usuarios infantiles pero no saber lo que le gusta a cada persona; es por ello que la figura de los padres y su relación con el bibliotecario debe ser eficaz y constante pues son los que “controlan” los aspectos relacionados con el desarrollo tanto físico como perosnal de su hijo ¿o es que todos los niños tienen el mismo nivel de desarrollo?

  2. doloreslome

    Sí, desde luego quienes mejor conocen a un niño son sus padres y a quienes incumbe educarlo. Pero, esto no es una tarea fácil, pues cada hijo es especial, único. Los padres no empleana los mismos métodos en todos, sino que a cada uno de ellos se le educa de forma distinta potenciando sus aspectos positivos y tratando de corregir los defectos. Esto no significa que al final del proceso educativo el hijo sea un dios, sino que éste debera adquerir unos valores morales, unas actitudes positivas, una buena forma de enfrentarse a la vida y saber convivir los demás. Todo esto corresponde a los padres. Los profesores en los colegios e institutos le suministrarán unos conocimientos para su desarrollo personal que será inprescindible para su incorporación en el mercado laboral. Los bibliotecarios, tanto de las bibliotecas escolares como de las públicas, pueden ayudar tanto a padres como a profesores, porque entre sus misiones está la de difundir el conocimiento, potenciar el hábito de la lectura en la población infantil y juvenil y además desarrollar en ésta la creatividad y el ocio.
    Por otra parte, el bibliotecario al charlar con el chico puede llegar a conocer sus gustos y dentro de éstos aconsejarle un buen libro o si tiene que hacer un trabajo de clase seleccionarle aquellos libros que se adapten más al tema y su edad.

  3. francisco

    Muy agudo AJ y totalmente de acuerdo. Son los padres quienes además de conocer a sus hijos, deben educarlos. ¿Pero que es la educación?, ¡maldición, ya empezamos!
    Muy aguda Doloreslome, cada niño es diferente y llega a este mundo con algo propio y único. Los padres insuflan los valores morales y actitudes positivas para enfrentarse a la vida y poder convivir con los demás; los maestros, desde primaria a la Universidad, en cambio, enseñan como poder entrar de mejor manera en el mercado laboral.
    Hacer notar esa diferencia en los conceptos de qué corresponde a cada una de las partes me parece decisiva y valiente. De modo qu aprovecho para resumir y lanzo la frase: en la educacion de los padres subyace la ética y en la de los maestros la economia.

    ¿Eso es todo? ¡ojalá!, luego viene eso del padre raro y del maestro dificil, de la madre permisiva y tolerante y de la maestra blanda y descomprometida, que inexorablemente van creando un entorno invalidadnte para ese niño, y el esquema que proponen AJ y la Dolreslome (perdón por el laismo)salta por los aires.

    ¡¡ Adinistrador, cree Vd una escuela de padres !!

Dejar un comentario

*