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Italo Calvino cumpliría hoy 90 años

italocalvinoItalo Calvino nació el 15 de octubre de 1923 en Santiago de Las Vegas, Provincia de La Habana, Cuba, hoy hace justamente 90 años. Allí su padre dirigía por entonces una estación experimental de agronomía. Antes de los 2 años su familia regresó a Italia donde él pasaría ya la mayor parte de su vida.

Durante su infancia, Calvino recibió una educación laica y antifascista, de acuerdo con la actitud de sus padres que se proclamaban librepensadores. Durante su juventud, y al poco tiempo de estallar la Segunda Guerra Mundial, Calvino tuvo que interrumpir sus estudios. En 1943, fue llamado al servicio militar por la República Social Italiana, pero desertaría y se uniría a las Brigadas Partisanas Garibaldi junto con su hermano.

En 1947 publicó su primera novela: Il sentiero dei nidi di ragno (El sendero de los nidos de araña), basada en sus experiencias como partisano, y en 1949 un volumen de cuentos: Ultimo viene il corvo. Las dos obras fueron escritas dentro de la estética del neorrealismo italiano, a pesar de que, especialmente la primera, tiene un tono de fábula.

En 1952, siguiendo el consejo de Vittorini, abandonó la literatura realistico-social y picaresca para dedicarse a una especie de narración aparentemente fantástica pero que podía ser leída en diferentes niveles interpretativos. Se trata de la trilogía llamada I nostri antenati (Nuestros antepasados), una representación alegórica del hombre contemporáneo. Forman parte de ella tres novelas: El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente

Para saber más de Italo Calvino y su obra recomendamos leer la wikipedia y, si tenéis unos minutos, el fragmento que pegamos más abajo de un artículo escrito por Juan Diego Tamayo en marzo de 2010 analizando su obra.

Por otra parte, estas son las obras de Calvino que tenemos en nuestra bibliteca:

  • Bajo el sol jaguar / Italo Calvino ; nota preliminar de Esther Calvino ; traducción del italiano de Aurora Bernández. — Madrid : Siruela, D.L. 2010. — 109 p. ; 23 cm. – (Biblioteca Calvino ; 24)
    Título original: Sotto il sole giaguaro.
  • El barón rampante / Italo Calvino ; traducción de Esther Benítez ; edición al cuidado de María J. Calvo Montoro. — 14ª ed. rev. — Madrid : Siruela, 2006. — 243 p. ; 22 cm. — (Biblioteca Calvino ; 5)
  • El caballero inexistente / Italo Calvino ; traducción de Esther Benítez ; edición al cuidado de María J. Calvo Montoro. — 10ª ed. (revisada). — Madrid : Siruela, [2007] — 121 p. ; 22 cm. — (Biblioteca Calvino ; 6)
  • El castillo de los destinos cruzados. — Madrid, 1989.
  • Las ciudades invisibles / Italo Calvino ; edición al cuidado de César Palma ; traducción de Aurora Bernárdez. — 11ª ed. – Barcelona : Siruela, 2005. — 183 p. ; 22 cm. — (Biblioteca Italo
    Calvino ; 3)
  • La entrada en guerra / Italo Calvino ; presentación del autor ; traducción del italiano de Carlos Gumpert. — Madrid : Siruela, 2011. — 119 p. ; 23 cm. — (Biblioteca Calvino ; 25)
    Contiene: La entrada en guerra ; Los escuadristas en mentón ; Las noches de la UNPA
  • La Especulación inmobiliaria / ; La jornada de un escrutador ; La nube de “smog” / Italo Calvino ; [traducción de Angel Sánchez-Gijón Martínez]. — Madrid : Alianza, D.L.1974. — 264 p., 2 h. ; 20 cm. — (Alianza Tres ; 9)
  • Los amores difíciles / Italo Calvino ; traducción de Aurora Bernárdez. — 10ª ed. — Barcelona : Tusquets, 1996. — 253 p. ; 21 cm. — (Andanzas ; 94)
  • Marcovaldo o sea las estaciones en la ciudad / Italo Calvino ; edición al cuidado de César Palma ; traducción de Juan Ramón Masoliver. — Madrid : Siruela, [1999] — 161 p. ; 22 cm. – (Biblioteca Italo Calvino ; 7)
  • Nuestros antepasados / Italo Calvini ; nota 1960 del autor ; traducción de Esther Benítez ; edición al cuidado de María J. Calvo Montoro. — Madrid : Siruela, [2004] — 453 p. ; 23 cm. – (Biblioteca Calvino ; 15) Contiene: El vizconde demediado ; El barón rampante ; El caballero inexistente
  • Palomar / Italo Calvino ; traducción de Aurora Bernárdez. – Madrid : Siruela, cop. 1997. — 110 p. ; 23 cm. — (Biblioteca Calvino)
  • Seis propuestas para el próximo milenio / Italo Calvino ; nota preliminar de Esther Calvino ; edición al cuidado de César Palma ; traducción de Aurora Bernárdez y César Palma. — 6ª ed. — Madrid : Siruela, 2005. — 159 p. ; 22 cm. — (Biblioteca Calvino ; 2)
  • Il visconte dimezzato / Italo Calvino. — 1 ed., 26ª ristampe. — Milano : Oscar Mondadori, [2007] — 91 p. ; 19 cm. [Texto en italiano]
  • El vizconde demediado / Italo Calvino. — 3ª ed. — Madrid : Siruela, D.L. 1990. — 97 p. ; 23 cm. — (Libros del tiempo ; 4)
  • GRITOS y escalofríos : cuentos clásicos de misterio y terror /compilación de Priscilla Hawthorne ; ilustraciones de Bill Slavin y Vesna Krstanovich ; traducción de Carlos Mayor. — Barcelona : Juventud, [2009] — 266 p. : il. ; 25 cm. — (Cuentos universales)
    Contiene el cuento de Italo Calvino: Las calzas del diablo
  • Cano, Pedro.
    Le città invisibili = las ciudades invisibles / Pedro Cano ; [textos, Franco Marcoaldi … et al.].– [Murcia : Fundación Cajamurcia, 2004] (A.G. Novograf)
    2 v. (64 p., 1 carpeta [(4] p., [55] lám. pleg.]) p. : principalmente il. col. ; 35 cm.
    Cano, Pedro (1944)-Exposiciones (+).
    Calvino, Italo (1923-1985) (1923-1985). Le città invisibili-Exposiciones (+).
  • CUENTOS fantásticos del XIX / al cuidado de Italo Calvino. – 6ª ed. — Madrid : Siruela, 1987-92. — 2 v. ; 18 cm. — (El Ojo sin párpado)
  • CUENTOS populares italianos / recopilación y versión de Italo Calvino ; traducción, Carlos Gardini. — Madrid : Siruela, [1993] — 940 p. ; 25 cm. — (La edad de oro : cuentos de hadas
    universales ; 4)
  • CUENTOS populares italianos vol.II / recopilación y versión de Italo Calvino. — Madrid : Siruela, 1990. — 440 p. ; 24 cm. – (El ojo sin párpado ; 35)
  • HERNÁNDEZ, Felisberto.
    Nadie encendía las lámparas / Felisberto Hernández ; [prólogo de Italo Calvino]. — Barcelona : RM, cop. 2008. — IX, 117 p. ; 24 cm. — (RM perfiles ; 4)
  • LANDOLFI, Tommaso.
    Invenciones / Tommaso Landolfi ; selección y prólogo de Italo Calvino ; traducción de Angel Sánchez Gijón. — Madrid : Siruela, 1991. — 411 p. ; 24 cm. — (El ojo sin párpado ; 40)

 

Italo Calvino

Juan Diego Tamayo

[requiere 5 minutos para leer con calma]

“Para nadie es un secreto que la obra de Italo Calvino es una de las más importantes que se han desarrollado en el campo literario en los últimos tiempos. Su manera tan personal de concebir la literatura y su lectura y crítica de autores clásicos y contemporáneos tan esenciales para sus planteamientos; su relación con el arte y con la estética pictórica de vanguardia de la que realizó valiosos comentarios; su vínculo y preocupación con los temas científicos; su acercamiento a las teorías críticas literarias y sus representantes serán para este escritor herramientas imprescindibles para construir una concepción muy propia de su estética narrativa.

La obra de Calvino se configura como un desarrollo, tanto en su concepción de su narrativa como en su estilo y, de igual manera, en los temas tratados. Progreso del que es consciente el escritor en muchos de sus ensayos teóricos sobre autores y cuestiones, propios de los planteamientos de la narrativa y de los críticos de la teoría literaria.

En Calvino encontramos lo que puede llamarse una obra: es decir, un trabajo consciente y que se instala en el rigor de la búsqueda de una construcción personal que abarca toda una época y quiere tanto dar cuenta de ella como de las preocupaciones propias del creador que la contempla, porque, ante todo, Calvino es un creador en todos los sentidos. Logró construir un universo a su alrededor, de tal manera que puede mostrarnos desde su obra crítica y desde sus escritos sobre arte y literatura los elementos que hicieron posible construir una de las narrativas más interesantes de los últimos tiempos.

(…)

Calvino y su Narrativa

El punto de partida de la narrativa de Calvino tiene que ver con el neorrealismo, que más que una escuela fue una manera de sentir común a los jóvenes escritores después de la Segunda Guerra Mundial, quienes se consideraban depositarios de una nueva realidad social.

Bajo este ambiente intelectual, Calvino concibió una breve novela El sendero de los nidos de araña (1947) y un cierto número de cuentos que aparecerían agrupados bajo el título de Por último, el cuervo(1949). Ambos libros muestran a un escritor con una singular capacidad para representar la realidad: en ellos se muestra el compromiso político y la literatura de una manera espontánea y ligera.

En El sendero de los nidos de araña, la adopción del punto de vista de Pin —el adolescente protagonista de la narración— hace posible el carácter fabuloso y fantástico del libro. Mediante esta técnica, el escritor describe la realidad como si se tratase de un sueño, pero sin hacerle perder consistencia. Le permite, además, escribir una novela sobre la resistencia sin caer en una retórica excesiva.

Con este libro, Calvino inicia un modo de escribir que se convertirá en una de sus características esenciales: la simplificación de la forma narrativa, de manera que toda la obra se convierte en algo legible por diferentes tipos de lector, incluso por lectores no demasiado cultos. Esta es la primera inquietud de Calvino: elaborar una obra en donde el lector sea el eje esencial, ya que es el destinatario de la narración.

El segundo momento de la narrativa de Calvino es el que se ha dado en llamar el periodofantástico. Este momento comienza luego de ser recomendado por el poeta y novelista Cesare Pavese a la editorial Einaudi. Atendiendo a la sugerencia de Elio Vittorini, Calvino abandona la literatura realista y social para dedicarse a una especie de narración de tipo fantástica, pero que podía ser leída en diferentes niveles interpretativos. Nos encontramos ante la trilogía llamada Nuestros antepasados, la cual puede definirse como una alegoría del hombre contemporáneo. De este periodo hacen parte sus tres novelas: El vizconde demediado, El barón rampante y El caballero inexistente.

Con El vizconde demediado Calvino va más allá en su camino de la invención fantástica. Entra en el campo de la fábula y de la fabulación. Esto permite una lectura en cierto sentido superficial, pero comprende también un componente más amplio de lectura, donde se vinculan elementos alegóricos y simbólicos. La novela está cargada de significados históricos y políticos; de ambientes públicos y privados. Es una invitación a la moderación y al equilibrio, ya que nadie es depositario ni dueño de la verdad absoluta.

El barón rampante es el alter-ego del autor, quien acaba de abandonar el Partido Comunista y se aleja de la literatura como mensaje político. Calvino es claro al afirmar que el hombre, y en mayor medida el escritor, se ha de desvincular de los condicionamientos ideológicos y políticos, de las ideas preconcebidas y, sobre todo, de las imposiciones culturales.

Por último, con El caballero inexistente se hace manifiesta la crisis del escritor y la idea de compromiso de éste con la realidad. Se deja constancia en esta obra que la realidad parece una construcción irracional; lo que lleva al autor a que su pesimismo de toda participación política sea más profundo.

Esta trilogía es, ante todo, una revisión al papel del escritor y al compromiso que éste tiene con la realidad. Es, a su vez, la manera de examinar la sociedad y el lugar que ocupa el intelectual en ella. Por tanto, Calvino toca el punto del dualismo entre narrativa y literatura ideológica. El autor tiende a resolver este problema inclinándose por una literatura en la que sólo un lector atento sea capaz de percibir más de un nivel de lectura.

Aparte de la trilogía también pertenecen a este período dos libros más: Marcovaldo y La jornada de un escrutador.

Marcovaldose articula en dos series publicadas en dos fechas diferentes (1958 y 1963), lo que permite apreciar la evolución del autor. La primera serie se acerca más al terreno de la fábula, mientras que la segunda trata los mismos temas —los temas de la sociedad urbana— pero llevándolos, en cambio, de manera irónica hacia el absurdo. En cierta manera, además, se puede decir que el personaje central de Marcovaldo prefigura el de Palomar en su particular mirada sobre la realidad.

En 1963 Calvino acaba con una fase de su producción literaria que coincide, aunque sea de manera aproximada, con la década de los cincuenta. La despedida de esta década la hace el autor con La jornada de un escrutador. Un militante comunista actúa como interventor electoral (escrutador) del PCI en un manicomio. Este hecho le hará entrar en crisis cuando se enfrente con la irracionalidad. Según dijo el propio autor, los temas tratados en el libro, la infelicidad, el dolor o la responsabilidad de la procreación nunca se había atrevido a tocarlos hasta entonces. La Jornada supondrá, además, una suerte de relación de su propio recorrido ideológico.

Después vendrá su libro Punto y aparte: Ensayos sobre literatura y sociedad, donde Calvino toma posición en el debate sobre el lugar que debe ocupar el intelectual que, según él, ha de concretar los modelos teóricos, éticos y cognoscitivos que nos puedan permitir entender, aunque sea de manera parcial, el caos de la realidad y dar así un sentido a nuestra existencia.

Las cosmicómicasy Tiempo cero abrirán una nueva fase de ciencia-ficción. En verdad, no obstante, no nos encontramos delante de libros de ciencia-ficción. Lo que Calvino hace es reflejar una peculiar proyección de su análisis humano y social. De hecho, en los últimos cuentos de Tiempo cero, los protagonistas ya no son los mismos que en el resto del libro o en Las cosmicómicas, por decirlo de alguna manera, ya no son tan de ciencia-ficción, sino que son personas normales que buscan una solución científica a sus problemas. Calvino se pregunta hasta qué punto la razón y la ciencia pueden modificar la relación concreta del hombre con el mundo. La búsqueda existencial, aunque frustrada, no se interrumpirá nunca.

Los años sesentas son definitivos para Calvino, ya que se asegura en una nueva forma de hacer literatura. Llega a la conclusión de que la literatura es un artificio, un juego combinatorio. Luego de pasar por una escritura ideológica, y de la revisión de la misma en su periodo fantástico, se centrará en los mecanismos que hacen visible la estructura de la narración para el lector, buscando aumentar en éste la complicidad.

La escritura de esta época se define como combinatoria, pues el mecanismo que permite la escritura asume el papel central de la obra. Calvino considera que el universo lingüístico ha suplantado a la realidad y concibe la novela como un mecanismo que juega con las posibles combinaciones de las palabras.

Para adentrarse a este juego narrativo, Calvino comienza con la novela titulada El castillo de los destinos cruzados(1969) al que se añadirá en 1973 La Taberna de los destinos cruzados y donde el recorrido narrativo es posible gracias a la combinación de las cartas del tarot. Veamos, de paso, el argumento: un grupo de viajeros se encuentran en un castillo. Cada uno de ellos tendrá una aventura que contar. Para comunicarse utilizarán las cartas del tarot para reconstruir los sucesos que les han ocurrido. Calvino utiliza las cartas del tarot como un sistema de señales, como un auténtico lenguaje propio, producto de sus investigaciones en el campo de la semiología. Cada figura impresa depende del contexto en el que es pronunciada. El intento de Calvino consiste en quitar la máscara de los mecanismos que están en la base de todas las narraciones. La novela, pues, va más allá de sí misma, ya que es una reflexión sobre su propia naturaleza y configuración.

Las posibilidades combinatorias se extenderán a su siguiente libro Las ciudades invisibles (1972). Este libro es una especie de reescritura del Libro de las maravillas de Marco Polo, en el que el viajero veneciano describe a Kublai Khan las ciudades de su imperio. Sin embargo, estas ciudades no existen en otro lugar más que en la imaginación de Marco Polo; ciudades que viven nada más que dentro de sus palabras y dentro de su imaginación. Por tanto, para Calvino, la narración puede crear mundos, pero no pude destruir el infierno de los vivos que está a nuestro alrededor y para combatirlo, como se sugiere en la conclusión de la novela, no se puede hacer otra cosa que no sea dar valor a aquello que no es infierno.

En Las ciudades invisibles, la exhibición de los mecanismos combinatorios de la narración todavía es más explicita que El Castillo…, lo es incluso en la estructura misma de la novela, segmentada en textos breves que se suceden dentro de un estructura de marco. Las ciudades…, de hecho, está compuesta por nueve capítulos, cada uno dentro de un marco en cursiva en el cual sucede el diálogo entre el emperador de los Kublai Khan, y Marco Polo. Dentro de los capítulos se narra la descripción de cincuenta ciudades, según unos núcleos temáticos. Esta construcción arquitectónica compleja está indudablemente dirigida a la reflexión del lector sobre las modalidades de composición de la obra. En este sentido, Las ciudades invisibles es una novela fuertemente meta- textual, ya que hay una producción de reflexiones sobre el funcionamiento de la narrativa en general.

Sin embargo, la obra más meta-narrativa de Calvino es Si una noche de invierno un viajero (1979). En esta novela, más que en ninguna otra, Calvino desnuda los mecanismos de la narración y logra desencadenar una precisa reflexión sobre la práctica de la escritura y las relaciones entre el escritor y el lector.

El libro está formado por diez capítulos insertos en un marco: en verdad los capítulos son diez incipit de otras tantas novelas. En el marco, sin embargo, se narra la historia entre el Lector y la Ludmilla, la Lectora, una aventura de amor tradicional que termina con el acostumbrado final feliz.

La narración empieza con el Lector que va a comprar un ejemplar de la novela de Calvino Si una noche de invierno… pero que después de unas cuantas páginas descubre que el libro está defectuoso, está compuesto por cuentos narrados en un estilo diferente. Vuelve entonces a la librería y allí encuentra a Ludmilla (a quien le ha ocurrido lo mismo). Así empieza una historia compuesta sólo con principios de novelas. Cada vez que Ludmilla y el Lector se sumergen en una novela por la que se apasionan, la narración se interrumpe por los más diversos motivos. Al final, el Lector no conseguirá completar la lectura de las novelas, pero se casará con la Lectora a quien, en la cama, antes de apagar la luz, dirá que está acabando de leer Si una noche de invierno un viajero de Italo Calvino.

Los diez principios que componen el libro corresponden cada uno a un tipo diferente de narración. Con este ejercicio de estilo a la manera de Queneau, Calvino ejemplifica cuales son los modelos y los estilos de la novela moderna (desde el de neo-vanguardia hasta el neo-realista, desde el existencial al fantástico y surreal). En la base de la narración está articulado el esquema de Las Mil y una Noches, dentro del que Calvino coloca las sugerencias y las solicitudes provenientes de la novela contemporánea en donde el protagonista es el lector.

De la etapa combinatoria de Calvino es importante mencionar que recibe varias influencias. Se destacan el estructuralismo y la semiología, las lecciones impartidas por Roland Barthes sobre el ars combinatoria de Raymond Lull, la escritura laberíntica de Jorge Luis Borges, además de la relectura del Tristam Shandy de Laurence Sterne a quien definirá como el padre de todas las novelas de vanguardia de nuestro siglo y el acercamiento esencial al Oulipo de Raymond Queneau.”

(…)

Juan Diego Tamayo

Fragmento de “Italo Calvino y Raymond Queneau: Momentos de su narrativa”

http://www.festivaldepoesiademedellin.org/pub.php/es/Diario/01_03_10.html

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