Bibliotecas para el siglo XXI: nuestra misión
Leyendo un documento publicado hace unos meses por la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) titulado “Bibliotecas, préstamo electrónico y el futuro del acceso público a los recursos digitales” (Libraries, eLending, and the Future of Public Access to Digital Content) nos hemos encontrado con una cita que recogía los llamados 8 principios de Gorman de la Bibliotecología.
Estos principios fueron establecidos por el bibliotecario Michael Gorman en su publicación del año 2000 “Our Enduring Values: Librarianship in the 21st Century” (Nuestros valores perdurables : Bibliotecología en el siglo XXI), y son los siguientes [la traducción es nuestra]:
- Archivo. Jugando un papel en la preservación del conocimiento humano para las generaciones futuras
- Servicio. Sirviendo a las necesidades de los individuos, las comunidades y las sociedades
- Libertad intelectual. Contribuyendo a proteger y defender la libre expresión del pensamiento.
- Privacidad. Asegurando la libertad de acceder a cualquier material por parte de cualquier ciudadano sin la intervención o la interferencia de los demás.
- Racionalismo. Reforzando la tradición ilustrada del pensamiento racional.
- Compromiso con la alfabetización y el aprendizaje. Apoyando la lectura como habilidad básica esencial para el aprendizaje durante toda la vida y como sustento de la comprensión profunda que acompaña a la “verdadera alfabetización”.
- Igualdad de acceso. Reduciendo la brecha digital y asegurando la equidad de acceso compensando las desigualdades sociales.
- Democracia. Garantizando la información y formación de la ciudadanía, lo cual es esencial para promover y asegurar una democracia efectiva
Añadimos nosotros:
Estos ocho principios se resumen en uno, La biblioteca es y debe seguir siendo un Servicio Público, alejado tanto de los intereses políticos del partido o partidos gobernantes, como de los intereses económicos de empresas privadas que evalúen rendimiento y/o productividad en función de sus beneficios y no de la función social que cumplimos.
AMEN