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Bibliotecas, Museos y Archivos para construir el futuro

Retomamos nuestro gusto por traer a este blog fragmentos de textos relacionados con la lectura, las bibliotecas, o con la cultura en general, que nos han resultado sugerentes por algún motivo.

Este de hoy nos habla de la función de la biblioteca (que también lo es de los museos y los archivos) en relación con la preservación de la memoria y la construcción del futuro.

Se trata de parte del texto de la ponencia presentada por Chris Batt en el III Congreso Nacional de Bibliotecas Públicas celebrado en Murcia el año 2006 con el título: “La biblioteca pública del siglo XXI“.

Museos, bibliotecas y archivos se definen tradicionalmente como lugares donde se almacenan la historia cultural y los conocimientos, que nos proporcionan la clave para conocer tanto nuestra historia como la de otros países.

[…] durante el siglo que comienza, debemos ver los museos, bibliotecas y archivos como punto de referencia del camino hacia el futuro, del mismo modo que conservan la memoria colectiva de épocas pasadas

[…] los museos, bibliotecas y archivos tienen muchos más puntos en común que diferencias, puesto que comparten valores que abarcan desde su vocación de servicio público, demostrado a lo largo de los años, en el que la sociedad deposita su confianza hasta su compromiso para garantizar el acceso a la cultura a todos los ciudadanos.

En la emergente sociedad del conocimiento del siglo XXI, hay tres elementos y procesos de gran importancia para los legisladores de cualquier país que estén interesados en construir una sociedad centrada en el conocimiento. El más evidente de estos elementos son las colecciones (o contenidos, como se los denomina en el mundo digital). Los museos, bibliotecas y archivos coleccionan bienes; son los almacenes en los que se guarda nuestra cultura, nuestra experiencia vital, nuestra historia. Son los bancos de memoria del conocimiento, que conservan para el beneficio de todos.

Pero para aportar verdadero valor, es necesario dar un paso más. Es necesario desarrollar mecanismos que vinculen estas colecciones con la sociedad, que transmitan el valor que tienen estas colecciones a la sociedad: para aprender, para emprender proyectos, para apoyar el talento creativo o, simplemente… ¡para divertirnos! Los museos, bibliotecas y archivos proporcionan la vía de acceso y los servicios (la forma de dar acceso a la gente) y si han asumido el compromiso de ampliar al máximo el acceso a sus contenidos, estudiarán detenidamente el tipo de usuarios potenciales para desarrollar servicios que satisfagan los requisitos individuales de cada uno. Los museos, bibliotecas y archivos tienen en común, por lo tanto, tres elementos: albergar colecciones, desarrollar mecanismos para prestar sus servicios y atender a un público.

La función que desempeñan estas instituciones a la hora de preservar bienes culturales es extremadamente importante ya que ello las convierte en el motor de una serie de servicios digitales. Sin embargo, lo que las hace acreedoras al título de ‘instituciones del conocimiento’ es el hecho de que se esfuerzan para no ser simples almacenes y establecer una conexión entre el conocimiento y la sociedad, facilitando el acceso a la materia prima con la que se construirá el futuro.

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