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Conocimiento, Internet y democracia

Reproducimos aquí un nuevo “FragmenTEXTO”.

En este caso se trata de parte del artículo publicado en la revista IBERSID nº 5 (2011) titulado “Conocimiento, Internet y Democracia” cuyo autor es Fernando Galindo Ayuda.

Un requisito fundamental para el ejercicio de la democracia es contar con información suficiente para decidir. Ello es coherente con el hecho de que sin información no es posible tomar decisión alguna (Maturana, 2006). Si esto es así en las actividades propias —en el ejercicio de la libertad o del principio de autonomía de la voluntad—, mayor relevancia tiene en el ámbito de acción de los hombres referido a las actividades que implican a otros hombres. También en la acción política y el ejercicio democrático de la libre elección de los representantes políticos: No se puede elegir sin conocer previamente las opciones sobre las que cabe optar.

[…] La información necesaria para elegir democráticamente es la referida a las actividades de los representantes políticos, cuya expresión se manifiesta en la acción propia de las instituciones en las que los mismos las realizan. Son las actividades de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. Están recogidas en las leyes, normas, reglamentaciones, sentencias y, ahora, también en las páginas web en las que se presenta tanto el contenido de las regulaciones cuanto que informaciones sobre las características y resultados de las actividades desenvueltas y los servicios públicos ofertados por cada institución.

La información relativa al contenido de las regulaciones es la misma, sobre formato digital, que la que se hacía pública en papel. La principal diferencia resulta del grado de expansión de la información digital: es mayor que la que tiene la recogida en formato papel. La información sobre las instituciones, sus actividades y servicios, es de diferente entidad: antes no era accesible, no existía o a lo sumo encontraba algún eco en los medios de comunicación o, con el tiempo, en los trabajos realizados por los historiadores. En la mayor parte de las ocasiones estaba expresada en el contenido de los propios textos jurídicos o regulaciones. En la actualidad esta información es generada por la propia institución, que puede ofrecer sus servicios a los ciudadanos a través de Internet.

Esta información precisa ser expuesta, publicitada y recopilada de forma ordenada y suficientemente clara si se quiere que los ciudadanos puedan acceder a la misma, utilizar los servicios públicos y realizar el control democrático de la misma que compete a los ciudadanos.

Ver artículo c0mpleto en revista IBERSID nº 5

 

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